domingo, marzo 21, 2010

Sé que, para nosotras, la distancia no es algo que iba acompañado del tiempo y te tortura en esa soledad en la que estás viviendo. No puedo negar que hay una parte en mí, a esa que tú le llames carne, que se aferra abnegadamente a vivir en tu regazo, tan dependiente.. tan segura, sin embargo, tampoco puedo negar que tengo que permanecer firme en mi deseo absoluto de no ser más una niña mimada que tenía todo a pedir de boca, que tenía todo lo que quería porque tú se lo dabas. Necesito crecer. Tengo que salir de la cobertura de tus alas, mamá gallina!
La primera separación que tuvimos fue mi auto destierro en los límites de tus terrenos, en donde sabía que no te vería seguido pero donde podía gozar parcialmente de tus beneficios.
La segunda fue en tu huída a Piura, en donde no aguanté más y al mes me aparecí por allá. Regresé a Lima y así 5 veces, entre idas y venidas.
La tercera, hasta ahora, es la separación más adecuada. Distancias dantescas que no me permiten irte a buscar. Es como estar en medio de una circunstancia que te obliga a toda costa a hacer algo que no quieres hacer y que haces por tu propio bien, creo que le dicen supervivencia.
Me seguirás pidiendo que viaje, que me realice allá, me pedirás muchas cosas más pero, con el dolor de mi corazón aventurero debo decir que no por un buen tiempo. Tanto tú, como yo tenemos que aprender a caminar sin nosotras mismas, tenemos que madurar.. tenemos que ser libres de ese putrefacto cordón umbilical. No significa dejarnos de amar, en ninguna manera mi Rebequita, de ninguna manera! significa empezarnos a demostrar amor por medio del sacrificio de la separación, a un año de separación haremos un recuento de logros obtenidos verás que todo tiene su recompensa.
Si Él vino a nuestras vidas fue para salvarnos y sanarnos, no hablo en lo absoluto del que no tiene parte ni suerte porque tenemos libertad absoluta en el vencedor que mora en nosotras. Por tanto, bendita sea la distancia y la separación porque nos está berbechando la piedra que hay en el corazón.

Te voglio bene asai
SHALOM

miércoles, marzo 03, 2010

No esperaba decirte adios tan pronto, no pensé que el diagnóstico inesperado fuera cierto. De un momento a otro tus ojos transcribieron lo que el cancer silenciosamente había destruído.
Cuanto lamento no haber estado contigo, no haberte cantado cuando debí hacerlo... lamento desde lo más hondo de mi ser no haber estado a la altura de la situación.. por mi egoísmo, mi maldito egoísmo.
Me arrepiento de no seguir empujando el coche en el que te invité a subir, de haber dejado que nos ganen tantas batallas.
Quiero cambiar, tú lo sabías.. pero no siento fuerzas para ser mejor y estar en donde me conociste.
Y ahora la angustia me invade, me estoy desesperando.. no sé que hacer, quiero morir... quiero morir!
me da miedo el mañana, terriblemente siento como el día siguiente se asoma sin propósito y sin destino.
Mis planes son en vano.
Ed, no me da pena que hayas muerto, porque tú amaste estar vivo y luchaste por ello; me da pena estar muerta porque me suicidé hace mucho.
Me duele el alma, si es que algo queda de ella... me derrito en la desesperanza de mis actos, me consumo día a día.
no puedo decirte nisiquiera que te quiero porque no puedo sentir algo tan bonito, pero sí te quise mucho cuando de la fuente bebí.
Que los perturbadores observadores no me digan que me arrepienta y avance, que los estúpidos que se creen perfectos no me vengan con lecciones de moral y santidad... puedo matar a alguien.
No quiero oir voces por favor, no quiero oir voces.
¡Cállense todos!
Solo consolemonos que siempre duele algo así